Resulta que este sesgo se resume en la frase «Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aún lo que tiene se le quitará» y tiene como resultado una desigualdad en las oportunidades entre personas/programas.
Muchas veces nos habrá pasado que compramos un libro simplemente porque es de un escritor que es muy famoso, o vemos una película porque es de un director de renombre, y dejamos de comprar el libro de un escritor joven y sin experiencia o esa película en la que no son conocidos ni sus protagonistas. Pues bien, lo que viene a significar el efecto Mateo es que el/lo que es más conocido, importante, con éxito, tiene más probabilidades de ser aceptado/ escuchado/ usado que aquellos que no lo son tanto.
De este modo un programa que haya sido muy bien evaluado adquiere prestigio social lo que hace que más personas lo usen y que cada vez sea mejor y mejor evaluado con respecto a otros. Si estuviésemos realizando una entrevista para seleccionar al mejor candidato para una empresa probablemente si apareciese una conocida figura de ese ámbito, ésta tendría más oportunidades de ser elegida que otra persona incluso más apta pero que no es de renombre.
Lo mismo se aplicaría a ese debate tan común entre los jóvenes en búsqueda de trabajo que se quejan porque les dicen que las organizaciones no los cogen porque no tienen experiencia. Así, las empresas no quieren a personas sin experiencia, pero al no cogerlas, éstas no pueden adquirir experiencia, y se va formando un círculo vicioso que va haciendo que cada vez estas personas tengan más dificultades para encontrar trabajo.
Me parece muy importante que nuestra sociedad sea consciente de todos estos problemas que pueden afectarla y crear desigualdades, injusticias e incorrectas evaluaciones y que se trabaje en base a ello, y, en mi opinión, empezando individualmente por cada uno de nosotros.
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